Diseño con Carácter y Contraste
El proyecto de Carlos Nateras combina elegancia y simplicidad en una cocina de trazo limpio, donde la melamina Malta con Gris Grigio Italiano y la cubierta de granito Grisal se integran para ofrecer una estética cálida, moderna y duradera. El diseño se resolvió en un trazo lineal con barra perpendicular, permitiendo una distribución práctica sin sacrificar estilo.

Materiales de Alta Calidad
Cada decisión en el mobiliario fue tomada con atención al detalle: se incorporaron jaladeras de perfil cuadrado natural y perfil Jota antracita, además de bisagras y correderas de cierre suave, logrando una experiencia de uso silenciosa, fluida y duradera. Todo fue fabricado a medida, cuidando cada corte y proporción para mantener una línea visual uniforme.

Distribución Inteligente
La cocina cuenta con una barra integrada para café que además delimita el área de trabajo, y un aceitero extraíble estratégicamente colocado junto a la estufa de melamina, pensado para mejorar el acceso a los elementos de uso diario. El mobiliario se adapta al espacio sin recargarlo, apostando por la limpieza visual.

Iluminación Estratégica
La luz natural, junto con la iluminación puntual, resalta los acabados en madera y realza el contraste con los gabinetes superiores en tono oscuro. El resultado es una atmósfera equilibrada, donde cada área funcional está bien definida y se disfruta tanto de día como de noche.

Detalles que Marcan la Diferencia
Aunque este proyecto no incluye torre de hornos, cava ni refrigerador empotrado, su valor está en la optimización de cada módulo. Desde las repisas abiertas hasta los espacios diseñados con precisión para cada electrodoméstico, todo converge en una cocina de líneas limpias, armoniosas y visualmente sofisticadas.

En Baruch, cada cocina nace de una visión clara. El proyecto de Carlos Nateras es ejemplo de cómo lo esencial puede volverse extraordinario cuando se diseña con propósito y atención al detalle.